viernes, 30 de octubre de 2009

EL SUEÑO DE AL LADO

Eres un sueño, hermosa, bella, y fantástica. Como ser humano, imposible resulta imaginar tu encanto, las llamadas curvas, estas inertes fibras de oro, las puntas perfectamente cerradas, tus apreciados lunares situados simétricamente sobre tus pechos.Eres un sueño, ese sueño que sin dueño, aparece para el afortunado y desaparece como el tulipán en primavera. Tú que por tenerte al lado, le vendí mi alma a Morfeo.Inimaginable es la inocencia que posees, como para cualquier ciencia exacta, inalcanzable la exactitud de tus proporciones.¿Quién negar tu ausencia? ¿Cómo afirmar tu sustancia? Si el simple intento de la imaginación de tu fragancia le hace impotente a cualquiera de mis sentidos.Para tu existencia poder asumir, he de averiguar la sustancia ausente. Tengo asumido tu elegancia, percibido tu fragancia, dominada tu presencia, consumida tu conciencia y amarrado tu inocencia.Como dar con esta sustancia tan ansiada no logro. Solo me queda esperar, y con el tiempo cuando a mis oídos llegue el dulce sonar de tu nombre recordar y decir abatido:
"Por Amarte, Moriré Enloquecido, Ladeando lágrimas Amargas".
Cuando Cupido a mí venga preguntando por ti, con el corazón le responderé:
"Fuiste un sueño, el sueño de al lado"

RESOLUCIÓN DE UNA EXISTENCIA (2º)



No sé si mi existencia
tiene algún sentido.
Si en presencia
de alguien
me arrepentiré
de no haber vivido.
Si después de mi muerte
desearé no haber seguido

¿Quién soy yo?
¿Qué sentido tiene esta vida?

No sé quién soy,
de dónde vengo
ni a dónde voy.

...
¡No más teoremas, no más modelos,
y no mas simulaciones!
¡Basta ya de variables,
basta ya de reacciones
Y basta ya de teorías.


Quiero saber quién soy,
cuál es mi cometido
y qué será de mi destino

¿Quién soy yo?
sigo haciéndome
la misma pregunta
sin obtener repuesta
alguna.

RESOLUCIÓN DE UNA EXISTENCIA (1º)

Mi retroceso
es un progreso
para aquellos que me rodean.
Archivo las ideas
que en mi mente ondean.

Mis recuerdos
son archivos clasificados.
Archivos guardados
en cajones llenos
de recuerdos melancólicos.

¡¡¡Cómo no!!!
Si sólo soy una
máquina más
en esa sociedad
autoesclavizada.



¿Quién soy?
Llevo haciéndome
la misma pregunta
a lo largo de mi existencia,
y en mis manos solo
tengo absurdas teorías
de mis antecesores

y sus precedentes.

¿Cuál será mi destino?
Quizá feneciendo
llegue a descubrirlo.


Pues puede
que la muerte
sea una experiencia
menos ridícula
que la vida.